China apunta a Apple y afecta su valor de mercado

La tecnológica estadounidense Apple está experimentando una turbulencia significativa en los mercados financieros, tras una contundente medida tomada por el gobierno chino.

En una maniobra sin precedentes, China ha prohibido a todos los trabajadores gubernamentales el uso de iPhones y cualquier otro dispositivo fabricado fuera de su territorio para fines laborales, una decisión que llevó a la empresa a perder casi 200.000 millones de dólares en valor de mercado.

Este descenso en el valor de la empresa no solo ha afectado a Apple, sino también a varios de sus principales proveedores. TSMC de Taiwán, el mayor fabricante de chips por contrato del mundo y un importante proveedor de Apple, experimentó una caída de más del 2%, mientras que las acciones de ASE Technology Holding, una de las mayores empresas de pruebas y empaquetado de semiconductores del mundo, bajaron un 2%. Además, Largan Precision, el fabricante de lentes de cámaras, vio una disminución de más del 3%.

En el epicentro de esta drástica medida se encuentra una creciente estrategia de proteccionismo tecnológico por parte de China, que busca asegurar y controlar más estrechamente los datos e informaciones manejados por su administración gubernamental.

Allen Huang, director ejecutivo de Mega International Investment Services Corp, citado por Reuters, sugirió que “China, el mercado extranjero más grande para productos Apple, podría expandir aún más sus restricciones sobre el uso oficial de iPhones”.

Esta no es la primera vez que el país asiático toma medidas en esta dirección; ya en febrero, Beijing exigió a multinacionales, incluidas Apple, Amazon y JPMorgan Chase, que sometieran sus prácticas de datos a auditorías antes de permitirles exportar cualquier información generada localmente fuera del país.

Este escenario destaca la intensificación de una estrategia orientada a promover el uso de tecnología nacional, poniendo barreras significativas a las firmas extranjeras y estableciendo un control más estricto sobre la circulación de datos.

Ante la magnitud de esta determinación gubernamental, surge un panorama incierto para el futuro de Apple en el mercado chino, que hasta ahora representaba aproximadamente un quinto de los ingresos totales de la empresa. Es evidente que estas restricciones pueden tener repercusiones profundas en la estrategia global de Apple, y que la firma deberá reevaluar y potencialmente reajustar su enfoque en uno de los mercados más grandes del mundo.

A su vez, esta medida puede ser vista como un espejo de acciones similares tomadas por el gobierno estadounidense, que previamente había prohibido el uso de teléfonos chinos como los de Huawei por parte de funcionarios públicos, citando preocupaciones de seguridad y protección de datos.

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