La comunidad científica pone en duda los beneficios de la transición de género en menores

Un grupo de 21 médicos y investigadores en endocrinología de nueve países publicó una carta abierta en la que sostienen que el tratamiento médico para la transición de género en menores ha sido promovido en los Estados Unidos por motivos políticos en lugar de por evidencia médica.
La carta surge en respuesta a la carta pública del presidente de la Sociedad Endocrina, Stephen Hammes, quien expresa un apoyo rotundo para la transición hormonal de género, como tratamientos como bloqueadores de la pubertad y hormonas de sexo cruzado. Hammes criticó específicamente a organizaciones como Do No Harm, un grupo de profesionales médicos y defensores contra la medicina de transición de género para menores, como políticamente motivados en lugar de impulsados por la evidencia científica.
Sin embargo, la carta publicada el jueves destaca que los riesgos de esterilidad de por vida y dependencia médica, así como el trauma mental continuado, tienen una certeza mayor que la poca evidencia apoyada a favor de la transición hormonal. “Por esta razón, más y más países europeos y organizaciones profesionales internacionales ahora recomiendan la psicoterapia en lugar de las hormonas y las cirugías como primera línea de tratamiento para los jóvenes con disforia de género”, escribieron los médicos internacionales.
Cuatro de los médicos que firmaron la carta son de los Estados Unidos, y la carta concluye con una declaración específica sobre cómo la política está afectando perjudicialmente la práctica médica. “La politización de la atención sanitaria para las personas transgénero en los Estados Unidos es desafortunada”, escribieron los 21 endocrinólogos. “La forma de combatirla es que las sociedades médicas alineen sus recomendaciones con la mejor evidencia disponible, en lugar de exagerar los beneficios y minimizar los riesgos”.
Ari Wolf, director de comunicaciones de Do No Harm, sostiene que los tratamientos de transición de género para jóvenes jugarán un “rol fundamental” en las elecciones de 2024. “Está delineando el curso que los diversos partidos e ideologías están siguiendo y cómo desean presentarse ante el público”, explicó.