La economía china en declive: de imparable a incierta

China, a menudo descrita como la fábrica del mundo y el motor del crecimiento global, está atravesando un período de incertidumbre económica.
Durante años, el ascenso económico de China parecía imparable. Sin embargo, la pandemia de COVID-19 y tres años de estrictos confinamientos han frenado este crecimiento. Aunque se esperaba que en 2023 la economía china retomara su vigor, los datos actuales sugieren un panorama diferente.
La desaceleración económica en China es evidente en varios sectores. Las fábricas han reducido su ritmo de producción, los precios al consumidor están disminuyendo, el sector inmobiliario está en crisis y las exportaciones han disminuido.
Ante esta situación, el gobierno chino ha tomado medidas para impulsar la economía implementado políticas para fomentar el consumo interno y revitalizar el sector inmobiliario. Entre las medidas adoptadas, se encuentra la reducción de las tasas de interés, algo que no ocurría desde la crisis financiera de 2008. Además, se ha disminuido el impuesto sobre la negociación de acciones con el objetivo de restaurar la confianza de los inversores.
Sin embargo, la confianza del consumidor en China ha disminuido. Muchos ciudadanos han perdido la fe en la capacidad del gobierno para prevenir una recesión económica. En lugar de gastar e invertir, están optando por ahorrar.
El sector inmobiliario, que ha sido un pilar fundamental para la economía china, también enfrenta desafíos. Grandes desarrolladores están en serios problemas financieros y las viviendas no se están vendiendo como antes.
Además, la demanda débil ha llevado a la caída de los precios de bienes y servicios. En julio, China experimentó una disminución en los precios al consumidor por primera vez en más de dos años, lo que indica una situación de deflación.
A esto se suma el alto desempleo entre los jóvenes graduados, un problema tan grave que el gobierno ha dejado de publicar datos al respecto.
La resonancia de esta ralentización no solo se percibe en el territorio chino, sino que también tiene un impacto en la economía mundial.
Se estima que los inversores internacionales han retirado más de 10 mil millones de dólares del mercado de valores chino en las últimas semanas.