Las horas finales de Epstein: revelaciones de una llamada no supervisada

Los funcionarios de la cárcel permitieron que Jeffrey Epstein hiciera una llamada sin supervisión la noche que se suicidó, según afirman los investigadores federales. Epstein les dijo que estaba llamando a su madre, pero ella había fallecido hace años. Según informes de los medios, Epstein en realidad llamó a su novia.
Horas antes de que Jeffrey Epstein, un convicto agresor sexual, se suicidara en una infame celda de una cárcel de la ciudad de Nueva York, el personal le permitió hacer una llamada telefónica no supervisada a su “madre”, a pesar de que su madre había fallecido 15 años antes.
Los detalles específicos sobre la llamada telefónica de Epstein la noche del 9 de agosto de 2019 fueron detallados en un extenso informe publicado el martes por un organismo de vigilancia del Departamento de Justicia.
El informe condenatorio de la Oficina del Inspector General señala que un gerente de unidad en el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan permitió que Epstein hiciera la llamada después de que pidiera llamar a su madre, que en realidad murió en 2004.
El empleado dijo a los investigadores que puso a Epstein en la zona de duchas para hacer la llamada “porque esa ubicación garantizaba que Epstein no sería capaz de meter el cable del teléfono en su celda y usarlo para dañarse a sí mismo”. La llamada violaba la política de la prisión, según los investigadores.
La investigación del OIG descubrió que Epstein, de hecho, habló con alguien identificado en el informe solo como “Individuo 1”. Esa persona se negó a ser entrevistada por los federales, pero el abogado de la persona le dijo a la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos que durante la llamada “Epstein le dijo al Individuo 1 que la prensa se había vuelto loca, y discutieron cosas personales como libros, música e higiene mientras estaba encarcelado”. Según informes de los medios, Epstein llamó a su novia, Karyna Shuliak.
El informe del OIG proporciona nuevos detalles sobre los últimos días de Epstein, principalmente la negligencia que impregnaba el Centro Correccional Metropolitano de Manhattan antes de su muerte.
Los investigadores dijeron que el financiero había intentado suicidarse semanas antes de su muerte, pero que los funcionarios de la cárcel tomaron medidas insuficientes para monitorear y prevenir su eventual suicidio. El informe no encontró evidencia de juego sucio en torno a la muerte de Epstein, y señaló que la mayoría de las cámaras de seguridad en su unidad no estaban grabando, ya que estaban a punto de ser actualizadas.