¿Un nuevo frente frío? China, Cuba y la creciente preocupación de los EE. UU

Legisladores de alto rango en EE. UU. han instado a la administración de Biden a presentar un informe al Congreso sobre la supuesta estación de espionaje que China estaría construyendo en Cuba.

Analistas estadounidenses advierten que los planes de China en América Latina y el Caribe podrían ir más allá de la recolección de inteligencia y representar una amenaza para la seguridad nacional de EE. UU. Estas advertencias se intensifican en el escenario de un posible conflicto armado por Taiwán, en el cual el ejército chino podría utilizar su presencia en la región para interferir en las operaciones militares estadounidenses o incluso lanzar ataques contra el territorio continental de EE. UU.

En junio, altos legisladores enviaron una carta al jefe de la CIA, William Burns, y al Secretario de Estado, Antony Blinken, pidiendo información detallada sobre las actividades de China en Cuba. La preocupación surgió a raíz de un informe del Wall Street Journal que sugería negociaciones entre China y el gobierno cubano para establecer una instalación militar conjunta en Cuba, a menos de 200 km de Florida.

En la carta se subraya la necesidad de entender completamente la naturaleza y los objetivos de la recolección de inteligencia de China en Cuba, así como las implicaciones para los intereses nacionales de EE. UU. Los legisladores también preguntan qué está haciendo la administración Biden para mitigar tales esfuerzos y disuadir su expansión en el hemisferio occidental.

El Secretario de Estado Blinken aseguró a fines de junio que Washington había comunicado sus preocupaciones a Beijing y La Habana, y que se habían logrado avances en prevenir que China construya bases militares en el extranjero. Sin embargo, la preocupación persiste en torno a las posibles consecuencias de una instalación militar china en Cuba para la seguridad de EE. UU.

El analista Gordon Chang advierte que si China logra establecer silos de misiles nucleares en Cuba, el Ejército de Liberación Popular chino podría beneficiarse de tiempos de vuelo más cortos, lo que significa un tiempo de advertencia reducido para EE. UU. Además, las defensas y radares de misiles de EE. UU. están actualmente orientados hacia ataques desde el norte, por lo que una ubicación en Cuba ofrecería a China una plataforma para ataques desde el sur.

Finalmente, se hace notar que el aumento de la presencia de China en América Latina podría estar relacionado con sus ambiciones económicas y políticas y con su interés en el acceso a minerales críticos como el litio, el cobre, las tierras raras y recursos como el carbón y el petróleo.

En este contexto, la proximidad de Cuba podría ser utilizada para desplegar personal de operaciones especiales, interrumpir las operaciones militares de EE. UU. y atacar el territorio continental de EE. UU. para romper las cadenas de suministro clave que respaldan la defensa de EE. UU. en caso de un conflicto con Taiwán.

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